miércoles, 4 de julio de 2012

LAS TRAMPAS DEL TIEMPO




Sentada de cuclillas en la cama, ella lo miró largamente, le recorrió el cuerpo desnudo de la cabeza a los pies, como estudiándole las pecas y los poros, y dijo:

–Lo único que te cambiaría es el domicilio.

Eduardo Galeano

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