jueves, 29 de noviembre de 2012

Desayuno




Echó café
En la taza
Echó leche
En la taza de café
Echó azúcar

En el café con leche
Con la cucharilla
Lo revolvió
Bebió el café con leche
Dejó la taza
Sin hablarme
Encendió un cigarrillo
Hizo anillos
De humo
Volcó la ceniza
En el cenicero
Sin hablarme
Sin mirarme
Se puso de pie
Se puso
El sombrero
Se puso el impermeable
Porque llovía
Y se marchó
Bajo la lluvia
Sin decir palabra
Sin mirarme
Y me cubrí
La cara con las manos
Y lloré


Jacques Prévert

sábado, 10 de noviembre de 2012

Hacia afuera


Pienso en toda la gente
que a esta hora mira televisión.
Una lluvia finísima
cae en la calle
y emerge desde el suelo
un silencio precario.
De la ventana hacia afuera
los límites de mi lenguaje
crearon un mundo
que ya no me interesa.
El pavimento mojado
refleja las luces de los autos:
rojos, verdes y amarillos
moviéndose.

 Fabián Casas

Hace algún tiempo



Hace algún tiempo
fuimos todas las películas de amor mundiales
todos los árboles del infierno.
Viajábamos en trenes que unían nuestros cuerpos
a la velocidad del deseo.
Como siempre, la lluvia caía en todas partes.

Hoy nos encontramos en la calle.
Ella estaba con su marido y su hijo;
éramos el gran anacronismo del amor,
la parte pendiente de un montaje absurdo.
Parece una ley: todo lo que se pudre forma una familia.

Fabián Casas

martes, 6 de noviembre de 2012

Sexa


–Papá...
–¿Hmmm?
–¿Cómo es el femenino de sexo?
–¿Qué?
–El femenino de sexo.
–No tiene.
–¿Sexo no tiene femenino?
–No.
–¿Sólo hay sexo masculino?
–Sí. Es decir, no. Existen dos sexos, masculino y femenino.
–¿Y cómo es el femenino de sexo?
–No tiene femenino. Sexo es siempre masculino.
–Pero vos mismo dijiste que hay sexo masculino y femenino.
–El sexo puede ser masculino o femenino. La palabra “sexo” es masculina.
El sexo masculino, el sexo femenino.
–¿No debería ser “la sexa”?
–No.
–¿Por qué no?
–¡Porque no! Disculpá. Porque no. “Sexo” es siempre masculino.

–¿El sexo de la mujer es masculino?
–Sí. ¡No! El sexo de la mujer es femenino.
–¿Y cómo es el femenino?
–Sexo también. Igual al del hombre.
–¿El sexo de la mujer es igual al del hombre?
–Sí. Es decir... Mirá. Hay sexo masculino y sexo femenino, ¿no es cierto?
–Sí.
–Son dos cosas diferentes.
–Entonces, ¿cómo es el femenino de sexo?
–Es igual al masculino.
–Pero ¿no son diferentes?
–No. O ¡sí! Pero la palabra es la misma. Cambia el sexo pero no cambia
la palabra.
–Pero entonces no cambia el sexo. Es siempre masculino.
–La palabra es masculina.
–No. “La palabra” es femenino. Si fuera masculino sería “el pal...”
–¡Basta! Andá a jugar.
El muchacho sale y la madre entra. El padre comenta:
–Tenemos que vigilar al gurí...
–¿Por qué?
–Sólo piensa en gramática.

Luiz Fernando Verissimo

domingo, 4 de noviembre de 2012

Soneto


Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Lope de Vega